Todos los lectores y escritores de fantasía heroica y épica, queramos o no, somos deudos de dos grandes escritores: Robert Howard y J.R.R. Tolkien. El primero texano sentaría las bases de, lo que posteriormente Fritz Leiber, llamaría Espada y Brujería. El segundo inglés crearía las bases de la fantasía épica o alta fantasía gracias a su gran construcción mitológica: El Señor de los Anillos.
Tolkien y Howard influenciarían a otros autores y creadores de entretenimiento, ya sea por las buenas o por ir en contra. Desde Fritz Leiber, pasando por Lin Carter, Michael Moorcock (un detractor Tolkien) siguiendo con autores como Úrsula K Le Guin, tomando en cuenta productos como D&D de Gygax & Arnerson, pasando por todas las dragonadas noventeras de TSR, y otros émulos como Tad Williams, y los autores de “nuevo cuño” (o al menos visibles ahora) como George RR Martín, Joe Abercrombie, Patrick Rothfuss, Steven Erikson (quien dice estar más influenciado por D&D y otros autores fantásticos) entre un sinfín de otros bien largo.
La sombra de este par es larga, y sigue generando una serie de fan acérrimos, a la par que nutre a una legión de escritores, algunos serios y otros amateur —como quien escribe estas palabras— que no pueden evitar nombrar, cada vez que se le pregunta, a ambos autores entre sus principales influencias. Estos gigantes han permitido a varias generaciones montarse sobre sus hombros y proyectarse más allá, brindándonos mundos hermosos y atractivos, sobre los que hemos leídos, soñado y llegado a jugar.
Estos autores también establecerían el marco de referencia que regiría cualquier construcción lúdica y literaria de este tipo. Mundos plagados de criaturas inverosímiles, monstruos, magias y guerreros, todo esto en mayor o menor medida. Ya sean estos mundos previos a nuestra era o universos totalmente diferentes, la mayoría de estas obras hacen referencia a unas tierras fantásticas de corte medieval. Un contexto que emula fuertemente a la Europa central, anglosajona y nórdica, con esporádicos puntos o enclaves que nos recuerdan a otras culturas provenientes de África, Medio Oriente y China, y una que otra a allende los mares de occidente.
Visto desde una perspectiva histórica, social y política, esta ubicación en aquel momento histórico-social tiene que ver con las relaciones del mundo anglosajón con su contexto. En el caso de la Espada y Brujería, el contexto medieval, antiguo o pseudo medieval tiene como finalidad evocar un pasado pretérito que los estadounidense nunca tuvieron y que siempre han sentido que les hizo falta. Esto, no solo se debe a que fueron una colonia británica, sino que una vez alcanzaron la independencia decidieron romper todo vinculo identitario con su Madre Patria, lo que les obligó a reinventarse.
Esta tesis que expongo aquí la esgrimen Pierre Renouvin y Duroselle y Raymond Aron también, ya que EE.UU. se volvió la voz cantante en el periodo posterior a la 2GM necesitaba una base que le diera legitimidad histórica y un sistema cultural que le permitirá establecer formas de vida y principios (elementos claves para que un Estado sea un hegemon). Esto lo logrará, verdaderamente, con la industria del entretenimiento, especialmente Hollywood. Pero esta inquietud es una de las variables que pueden justificar a la EYB como productor propiamente americano.
En cuanto a Tolkien, muchos de sus comentaristas posteriores, dicen que el maestro con El Silmarillion y el ESDLA lo que deseaba era crear una mitología rica para los británicos, quienes carecían de esta mitología cuando se comparaban con la Grecorromana o la nórdica, por ejemplo. Esta ausencia se debe a diversos factores entre ellos que las islas británicas siempre fueron objetos de invasiones y un proceso de mestizaje que anuló a sus pueblos originarios. Debido a ello, a la inusual relación con el continente, y la necesidad de diferenciarse del mismo, tenemos estos productos que tratan —de nuevo— de establecer ese trasfondo histórico mitológico del cual carecen. En términos parcos, el gran problema del mundo anglosajón y angloamericano es la búsqueda de una identidad propia, pero no totalmente diferenciada del mundo occidental.
La presente inquietud se transmitiría, consciente o no, a través de toda la fantasía medieval y la EYB. Con el tiempo ella, especialmente ahora en un mundo tan interdependiente y globalizado, ha generado la misma inquietud en otros colectivos. Verán, las comunidades que no son blancas y anglosajonas han disfrutado de estos productos, y sus derivados, hasta más no poder; pero llega un momento donde la necesidad de verse incluido y reflejado es muy grande. Algunos llegan a verse reflejados, pero no como desearían.
Esta necesidad empujó a muchos, lejos de protestar y exigir inclusión en estos espacios, a crear sus propios espacios, similares y diferentes a la vez donde pueden sentirse incluidos. Tremendo anhelo se vería materializado en un género denominado Sword &Soul, que se le achaca a Charles R. Saunder, quien deseaba crear una fantasía heroica de inspiración africana. Muchos seguirían los pasos de Saunder y ampliarían la definición, siendo una de las primordiales la idea de que esto no era una copia de la EYB convencional, que la intención no era mostrar a un Conan negro matando monstruo por la selva, sino mostrar la riqueza cultural y folklórica de África. En la actualidad, esta idea se ha desarrollado de tal manera que la comunidad de escritores de literatura especulativa afroamericana han llegado a desarrollar una ingente cantidad de novelas, y han diferenciado muy bien su S&S de la E&B convencional, y hasta han creado sus propios juegos de rol Ki-Khanga se llama uno, sino me falla la memoria, y se ve genial y muy atractivo.
Ahora bien, este fenómeno ha despertado las inquietudes de muchos, entre ellos quien le escribe. Yo, hace mucho acicateado por un gran amigo e influencia, estuve pensando en probar con una suerte de fantasía épica o E&B cuyo contexto sea la historia americana. Después de mucho pensar, decante por la vertiente precolombina, pero lo cierto es que toda nuestra historia es tan rica que podría dar para más, aun agregando la época de la colonia, conquista y emancipación.
Mi inquietud se manifestó en un cómic, que se encuentra en este blog —cuyo guión escribí junto a Ernesto Treviño, y bueno el dibujo si es todo de él— y un relato posterior, que dentro de cierto círculo tuvo buena acogida. Pero, resulta ser que no soy el único loco recorriendo estos caminos, ya Paulo Ramírez Villaseñor, quien bautizó este desmadre como: Macuahuitl & Nahuatl (estamos discutiendo con los Aluxes y Tlaloques de mercadotecnia para buscar un nombre más atractivo) ha escrito relatos fantásticos de corte precolombino, y tiene entre manos un trabajo verdaderamente atractivo.
Pero resulta ser que no somos los únicos, ya hace muchos años contamos con la Saga de los Confines de Liliana Bodoc —quien tristemente falleció el día de hoy—, una fantasía épica en el mismo estilo que nuestra idea y trabajo, salvo que su trabajo es más poético y preciosito. O Letgrin de Eumeria de Diego Furbatt, que nos muestra un medievalismo en la Patagonia, o la floja trilogía de Maztica —con su escenario de campaña de AD&D— de Douglas Niles (floja porque no se compromete mucho con el entorno precolombino) también contamos como El Conquistador, de Federico Andhazi, o la saga de Obsidian & Blood Aliette de Bodard, aunque esta es mas ciencia ficción que otra cosa, y la de Federico es fantasía histórica; pero al final del día todas ellas dan cuenta de un deseo de crear historias con un trasfondo precolombino. Al final del día, nos dice que hay muchos que contar alrededor de estos contextos que ha sido velado por civilizaciones más atractivas y cercana.
Pero resulta que lo precolombino no es lo único que se oculta tras la égida de la Europa central y nórdica. La rica cultura ibérica también se ve opaca, y lo cierto es que ella presenta muchos elementos explotable, por suerte cuenta con escritores como Luis Guillermo del Corral con su Vindius, y Gonzalo Zalaya Bueno y Víctor Blancoque con su Delbaeth han movido el eje del centro y noreste al Mediterráneo, y quienes tienen un relato llamado Ahí Abajo donde hicieron un homenaje a lo precolombino.
Ya justificada la situación, y expuesto el fenómeno, el cual resulta no ser innovador del todo, pero si necesario —y necesitado de un fuerte empujón— cabria esperarse o preguntarse ¿Qué es el Macuahuitl & Nahuatl?
El M&N es una variante, o acento de la EYB y la Fantasía épica, que toma como escenario y contexto el mundo precolombino; se nutre de su folklore, mitología e idiosincrasia. Si bien la finalidad es entretener, además de mostrar la riqueza cultura americana y precolombina, no se aleja —ni teme— al aspecto reivindicador con lo cual se identifica a lo precolombino. Tiene la finalidad de seguir los patrones de los géneros que lo engendraron, pero alejándose del maniqueísmo y lo plano —en la M&N puede aparecer el hombre blanco, el negro, el mestizo, pero debe evitar caer en el maniqueísmo y la satanización— y enfocándose en lo entretenido y enriquecedor por encima de todo.
El fin último, aparte de entretener, del Macuahuitl & Nahuatl es visibilizar y demostrar que existe un mundo rico, un folklore atractivo y una mitología interesante en lo precolombino. Aquí nos queremos ver representados, pero a la vez demostrar que esa falta de identidad que sufre el mundo anglosajón, no la tenemos presente. A nuestra manera sabemos quiénes somos, y que tenemos un herencia con la cual podemos crear hermosas historias, con la que podemos elucubrar mundos, realizar ejercicios de escapismo mental. Y todo esto, sin repudiar otras vertientes de la EYB y la Fantasía Épica.
Al final del día la Macuahuitl & Nahuatl no es más que un piquete de sabor a un exquisito plato literario que ha sido la delicia de muchos.
Comments