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Foto del escritorGuillermo Moreno

Terminé mi 3 novela ¿Qué aprendí?


extraida de aquí https://www.peakpx.com/es/hd-wallpaper-desktop-vbsik

El primero de febrero de este año terminé la que considero mi tercera novela en solitario. He escrito otras novelas, pero en compañía de dos grandes escritores y hermanos de alma y profesión. Juntos creamos Sangre y Jade, además de otra novela que está por venir.


Luego de escribir nuestra segunda novela a seis manos decidimos crear otra, pero las cosas no fluyeron y terminamos haciendo algo interesante: creamos tres novelas que están separadas, pero a la vez forman uno. Son tres diferentes, que a la vez son una. Sí, algo muy propio de los misterios de la Trinidad. Comparaciones y posible blasfemia de lado, cada uno decidió lanzarse a escribir una novela en solitario.


Aquella idea me dio mucho miedo. Yo ya había escrito dos novelas solo, pero una tiene ya como cinco o seis años engavetada, y la otra la ofrecí y me la rechazaron varias veces; además que no está claro si es una novela corta o un cuento muy largo.


La otra razón por la que tenía miedo, es que no me sentía capaz. Hasta ahora había escrito acompañado de Paulo y J.R del Río. Escribir con otros es algo interesante, porque es como viajar con unos compañeros que te pueden apoyar y salvar en caso de necesidad. Un mal paso y ellos están para tenderte la mano, ponerte de bien y sacudirte el polvo.


Es por ello, que una novela a seis manos, como fue el caso de Sangre y Jade, fue interesante. En gran media se debe a que realizamos muchas tormentas de ideas, e íbamos leyendo lo que uno escribía sobre la marcha. Si sentíamos que algo iba mal, no los decíamos y podíamos rectificar. A veces no escribías todo un capítulo, sino solo una parte: yo escribo estos diálogos, y mejor que el otro escriba esa escena de pelea, a él se le da bien.


Tampoco sufríamos a raíz del efecto de LA PÁGINA EN BLANCO, porque lo que escribía uno de ellos —al menos a mí—, me daba ideas e inspiración para seguir adelante. O, el hecho de trabajar con el personaje de otro, lo hacía aún más interesante.


En síntesis, trabajar con otros, si hay buena química, puede resultar un trabajo cómodo. Vendría siendo como ser novato en un equipo de fútbol donde hay muchos cracks que te pueden ayudar. Y que no tienen problemas a la hora de compartir la gloria.


Ahora, ¿Cómo es la cuestión en solitario? Pues es un viaje lleno de riesgos, ventajas, desventajas, y como no, muchos placeres. En este viaje vas acompañado con todo tu bagaje, con los personajes que creasteis —o se te aparecieron—, y todos juntos se enfrentan a la cosa más terrible: LA PÁGINA EN BLANCO.


Aquí no hay apoyo, estas con el mapa que creaste y la brújula que llevas. Si te caes en una zanja, tienes que ver la forma de salir. Si te asaltan bandidos, tienes que defenderte. Es una prueba de carácter y voluntad. Claro, en algunos aspectos hay más libertad, al fin y al cabo tienes todo el control. Pero, a veces se puede perder el empuje. O, tal vez estés embargada por el fuego de la inspiración y no veas lo que estás haciendo y no hay nadie que te lo señale, hasta que todo esté terminado.


Keghart el personaje principal de la novela, un personaje inspirado por Owen Wilson, es un tipo relajado, que en la vida solo desea: escribir


A mí, por ejemplo, la primera novela que escribí —que lleva tentativamente el nombre de: Al Filo de la niebla—, me parecía la cosa más genial. La escribí en dos años con todo el amor del mundo. Pero, cuando la terminé, deje que pasaran varios meses, que se reposara. Luego, comencé a leerla y le fui perdiendo la fe. Mi idea inicial era publicarla, de forma serial, en mi blog. Luego, consideré la posibilidad de hacerlo por Patreon. Pero, cada vez que la releía, cada vez que la revisaba buscando errores, reescribiendo páginas, sentía que no estaba contando nada.


Luego realice el pernicioso ejercicio de compararla con otras cosas que había escribo, como por ejemplo: Sangre y Jade o algunos cuentos escritos para Quinta Raza u otra antología de relatos pulp en lo que estuve trabajando por esa fecha. El resultado de aquella comparación fue que comencé a verle más costuras y fallos a la historia. Lo peor de todo, es que estoy muy enamorado de ese mundo, siempre vuelvo a él una y otra vez. Tengo personajes de los que también estoy enamorado.


Así las cosas, si bien le perdí la fe, esa ambientación está allí pidiéndome que haga algo con ella. Y tengo pensando emprender esa tarea este año, ya que he terminado con la última novela. Al Filo de la Niebla me dejó un aprendizaje interesante. Por ejemplo, que uno debe escribir para sí, no pensando en los demás —cuando comencé a buscar consejos sobre escritura este era el consejo más manido—, que hay que esforzarse mucho. Una novela no es soplar y hacer botella, lleva mucho trabajo, porque habrá muchos baches en el camino.


Eudocia era el personaje que más me gustaba y el que hice cambiar mucho, de la princesa a la guerrera. Por cierto, la imagen fue hecha gracias a la página Hero Forge


Otra cosa que aprendí es que, si bien me encanta el grimdark, me gusta leerlo, no soy un escritor grimdark. Sí, ese es uno de los grandes problemas de esa ambientación: Yo quería hacer algo grimdark. Y de verdad, no doy la talla. La última es que en mi corazón anida la fantasía más épica y alta. Yo deseaba que este mundo —que estaba inspirado en el Cáucaso, Europa oriental, África y medio oriente (posteriormente me expandí hacia la India y China) —, fue mono humano. Pero, la cabra tira para el momento, y comencé a considerar el introducir razas no humanas y monstruos. Pero agregar cosas interesantes, ha hecho que la ambientación que cree en un comienzo este desdibujada. Aunque, no es irreconocible. Ni aun para los personajes.


La segunda novela, que también deseo abordar este año pertenece al Sword & Soul. Este es un género de fantasía heroica con tintes africanos o inspirados por las culturas, los mitos y el flolkore de los pueblos africanos pre coloniales. (Quieren saber más: pincha aquí) esta recibe el dudoso nombre de novela, porque yo estaba inspirado y quería hacer una novela corta. Esta última cae en una zona gris, donde no sabemos si es una novela corta o un cuento muy largo. Partiendo de esa premisa me avoque a ella.


Este mundo era de nuevo monohumano, aunque no era exclusivamente africano, agregué a otras culturas, pero le di más peso a las de corte africana. Este universo, según me comentaron quienes la leyeron, les pareció interesante, aunque la novela era predecible y falta de detalles. Esto último, se debía que estaba en una zona muy gris. Por cierto, este mundo, sería incorporado a otro proyecto, terminó —de nuevo— transformando en un mundo de alta fantasía. De ella aprendí la necesidad de la calma, y de la construcción de mundo. Vale la pena decir, que también me encanta este entorno, porque estaba muy influenciado por mis lecturas del trabajo de Fritz Leiber y su Fafhrd y el Ratonero Gris —Por cierto, yo soy #TeamRatoneroGris—, así que mi protagonista era un pícaro. Un sinvergüenza a mitad de camino entre Miles Vorkosigan y Ratonero Gris.


Matatizo es el protagonista de mi novel S&S es un sinvergüenza que tiene mucho que demostrar.


Estas dos obras, además de otros proyectos por allí, además de la idea de escribir una dragonada clásica y de toda la vida —aunque también deseo incursionar en el LitRPG—, son las metas que tengo para este año. Desconozco, cuales cumpliré, pero eso es lo que pienso hacer.


Por último, la reflexión más importante para mí, después de todo esto es: ¿Qué tipo de escritor soy? La respuesta más clara es que me siento más cómodo con los cuentos. Escribir un cuento se me hace más sencillo, por la extensión vas a lo que vas, rápido, letal y sin miramientos. Y, por cierto, todo a pesar de que yo suelo hacer worlbuilding extensos para escribir un solo cuento. Para mí los cuentos son más manejables. Me siento más cómodo con ello. Entonces ¿POR QUÉ ESCRIBIR NOVELAS? Pues por varias razones:


1) Porque es difícil y me obliga a salir de mi zona de confort

2) Porque siento que es como el siguiente nivel. Siento, y puede ser que este errado o no, que escribir una novela es demostrar madurez como escritor. Subiste un escalón.

3) Porque es un reto personal. Así asumí a esta última, pues en algunos momentos estuve tentado a desertar. Pero, persistir adelante. Consideré que tenía que callarle la boca a alguien y ese alguien era yo.


Son esas razones, y otras más que seguro recordaré más tarde, las que me han empujado a llevar esa tarea. Tal vez, como ocurre con este blog u mi otro blog, nadie me lea, o me lean unos pocos. Pero, poco importara, porque he dejado algo a la posteridad, y porque fui capaz de asumir un compromiso conmigo mismo y salir adelante.


Después de eso, todo es posible.

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